lunes, 27 de octubre de 2008

Pequeños y grandes detalles


Un coche a velocidad excesiva se dirige contra un muro, el tremendo choque parece inevitable. La escena se repite de manera frecuente pero no por ello los ocupantes del vehículo han aprendido a frenar en seco o girar antes de empotrar sus sesos contra el muro. Ayer volvió a repetirse esta secuencia durante una tertulia que comenzó amable y terminó con un portazo.

El coche inevitablemente acabó fundiéndose con el cemento. Los restos humanos se esparcieron por el suelo. La pareja era joven, moderna e incluso amable. Sin embargo en sus corazones cultivaban una buena dosis de resentimiento pensando que la culpa de todos sus males la tienen siempre los demás. Supongo, que en ocasiones, la infelicidad se la provoquen otras personas o situaciones, próximas o lejanas, pero la máxima responsabilidad considero que es suya. De hecho, su vocabulario es una amalgama de palabras agresivas, ofensivas y a veces violentas.

Les veo subir a su bonito coche, un automóvil que necesita las mismas reverencias que ellos. Todo está en su sitio, ordenado y sin una mota de polvo. El coche es casi un reflejo de sus dueños, brillantes y perfectos. Se colocan el cinturón de seguridad como marcan las leyes, y él pone su pie en el acelerador. No va deprisa, justo a lo que marcan las señales. Ella coloca la mano sobre su nuca y le susurra palabras preciosas y precisas.

Los dos tienen claro su destino. Llegar a donde se han propuesto. En su trayectoria encuentran ese terrible muro y una vez más vuelven a estamparse contra él. Yo sentada en una silla recibo los besos de rabia contenida de los cadáveres e intento no derramar ni una lágrima por ellos. Sin embargo la sangre me sube hasta la garganta y necesito escupirla para no contaminarme.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermoso texto, Taina. Vidas vacías, llenas de cosas, pero vacías, parece ser el flagelo del mundo actual. Por fortuna, podemos llenar nuestras vidas de escritos profundos como el tuyo, que nos dejan reflexionando por un buen tiempo. Todo mi aprecio hacia tí. Isis.