viernes, 3 de octubre de 2008

A los cincuenta

Estaba enfrascada en la lectura de mi último libro cuando algo en la tele me llamó bastante la atención. "Ahora a los 50 tengo más miedo que antes", lo dijo una señora de 50 años con una vida, creo que intensa. Retiré los ojos de las letras y entré de lleno en la conversación. Mi primera impresión fue no estar de acuerdo con lo que se decía. Es mi forma de ser. Luego seguí parapetada en mi pensamiento.

Yo tenía miedo antes, y supongo que lo tendré a lo largo de los años que me quedan por estar en este planeta. Pero ¿por qué tengo la sensación de que ahora tengo menos miedo que hace unos años? Quizás la edad me ha colocado en un momento en el que veo las cosas en su justa medida o tal vez es que los años me hacen tener menos miedo al dolor.

A lo largo de mi vida he perdido muchas cosas y a mucha gente, incluso hubo un momento en el que pensé que lo había perdido todo. Por eso quizás hoy estoy segura de que tengo lo que lo que quiero, tengo lo que necesito y por si fuera poco la vida me sigue regalando muchas cosas. Hoy tengo el miedo suficiente para no hacer demasiadas tonterías y por eso intento disfrutar de cada momento aunque no lo consiga siempre.

Estoy de paso y puede que esta sea mi última estación. Me llevaré las sonrisas de mis amigos, las dudas y heridas de los que no son mis amigos, y lo más importante el amor de quien comparte conmigo todos los minutos de mi existencia. A sus cincuenta creo que también le empieza a tener poco miedo a la vida.

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