Abrimos los ojos a la vida y contemplamos las maravillas que nos brindan todos aquellos seres que nos han mecido durante meses, años o siglos. Despertamos de forma violenta y envueltos en sangre y a pesar de todo vivimos como si el tiempo no tuviera ganas de agotarse nunca, como si sólo tuvieramos un exclusivo billete de ida. Disfrutamos de la vida, la bebemos a grandes tragos y agotada la sed seguimos necesitados.
A veces, alguna araña malévola teje frente a nosotros una red de laberintos en la que nos perdemos meses, años o siglos pero seguimos bebiendo tragos atragantados de pasión, vitalidad, energía, amor, risas y miedos.
En otras ocasiones, otra tejedora elabora un macabro mantel en donde todo está colocado siguiendo un diseño perfecto, un guión que ningún actor consagrado puede alterar a lo largo de su interpretación. Esa tejedora espera, no tiene prisa para desbaratar de un único mordisco la vida de alguien. Si te implicas en la escena estás absolutantes perdido, si manejas los hilos con una cierta distancia emocional todo transcurre según lo previsto. Hay dolor, hay miedo, hay huidas y escapadas a ninguna parte pero al final subes al tren que pase por la siguiente estación y continúas tu camino.
La vida sigue aunque siempre nos quedemos rezagados meses, años o siglos y en el camino perdamos a un ser querido al que le arrancaron la oportunidad de vivir siglos, años o meses.
A veces, alguna araña malévola teje frente a nosotros una red de laberintos en la que nos perdemos meses, años o siglos pero seguimos bebiendo tragos atragantados de pasión, vitalidad, energía, amor, risas y miedos.
En otras ocasiones, otra tejedora elabora un macabro mantel en donde todo está colocado siguiendo un diseño perfecto, un guión que ningún actor consagrado puede alterar a lo largo de su interpretación. Esa tejedora espera, no tiene prisa para desbaratar de un único mordisco la vida de alguien. Si te implicas en la escena estás absolutantes perdido, si manejas los hilos con una cierta distancia emocional todo transcurre según lo previsto. Hay dolor, hay miedo, hay huidas y escapadas a ninguna parte pero al final subes al tren que pase por la siguiente estación y continúas tu camino.
La vida sigue aunque siempre nos quedemos rezagados meses, años o siglos y en el camino perdamos a un ser querido al que le arrancaron la oportunidad de vivir siglos, años o meses.
"If our love song
could fly over mountains
could laugh at the ocean
just like the films
there's no reason to feel
all the hard times
to lay down the hard lines
it's absolutely true"
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario